Dice el presidente de Cebek, Inaki Garcinuño en una entrevista en el diario Expansión que “hay una clara falta de sintonía entre cúpulas sindicales y trabajadores”, con esta curiosa afirmación Garcinuño pretende explicar la menor conflictividad en las empresas.
La Patronal Cebek, cómo
el resto de patronales de Confebask, tiene un serio problema de
representatividad, carecen de representatividad acreditada, ni el
Gobierno Vasco ni ellas mismas son capaces de determinar con certeza a
cuántas empresas y en qué sectores representan, por lo tanto hablar de “clara falta de sintonía entre las cúpulas sindicales y trabajadores”
es cuando menos una irresponsabilidad y una huída hacia adelante.La
falta de representatividad patronal no es una invención de ELA, el
Gobierno Vasco, los partidos políticos, el resto de sindicatos y los
organismos sociolaborales son absolutamente conscientes de esta
realidad, otra cosa es que nadie quiera ponerle el cascabel al gato y
pretendan seguir igual por mantener sus propios intereses, más que los
intereses generales. Cada uno será responsable de lo suyo.
Por cierto quiero
recordar que mientras las patronales siguen representando a lo que dicen
representar, sin ninguna prueba que lo acredite, los sindicatos
seguimos pasando por el tamiz democrático de las elecciones sindicales
en los centros de trabajo. Y curiosamente por más que lo intentan, por
más que tratan de condicionar el voto de miles y miles de trabajadores,
estos siguen apoyando de manera generalizada las candidaturas de
sindicatos cómo ELA, que apuestan por la confrontación y la movilización
frente a la concertación y la sumisión. Hoy no toca hacer valoraciones
del periodo concentrado de elecciones, en breve las haremos, pero
podemos adelantar que ELA afianza su posición frente al retroceso de
otras opciones sindicales. A los datos me remito.
Respecto a la menor
conflictividad en las empresas, es cierto que hoy la conflictividad es
menor a la de años anteriores, pero a mi juicio esto tiene más que ver
más con la merma de derechos y garantías de la clase trabajadora después
de la última reforma laboral que con las razones del Señor Garcinuño.
No podemos olvidar que tras la pomposa y moderna terminología
(participación, corresponsabilidad, cogestión, etc…) se esconde la vida
real en miles y miles de empresas de Hego Euskal Herria: chantajes,
amenazas, despidos, EREs, etc…Sin olvidar además que los altos niveles
de desempleo son utilizados por la patronal y muchos empresarios cómo
elemento de disciplina que alienta el miedo a la pérdida del puesto de
trabajo y una sensación objetiva de desequilibrio por parte del
trabajador y trabajadora.
En cualquier caso desde
ELA seguimos apostando por la organización de los trabajadores y
trabajadoras en las empresas, cómo único camino para mejorar las
condiciones de trabajo y de vida de la clase trabajadora, no queda otra
que organizarnos, a pesar de las amenazas, el desquilibrio y el miedo.
Si luchamos podemos ganar si no luchamos ya hemos perdido.